Diez firmas europeas se alían para mejorar el coche eléctrico burgalés

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Además de los promotores del proyecto, la firma burgalesa Casple, en el grupo de trabajo Urban EU participan diez empresas radicadas en Alemania, Austria, Italia, Turquía, además de España, entre las que se encuentra el Grupo Antolín.

El interés despertado por este utilitario urbano en Bruselas reside principalmente en que se ha llevado a término, es decir, es un prototipo de validación que funciona perfectamente, es espacioso y cómodo para sus dos ocupantes y, sobre todo, se pliega con un mando a distancia para permitir su aparcamiento en el espacio que ocupa una moto, apenas 2 metros.

«No somos un proyecto sobre el papel como ha ocurrido a muchos otros, el Casple EV está terminado y entra en una fase que durará tres años para su perfeccionamiento», explica Javier Pérez, que ha coordinado los trabajos para sacar adelante este original biplaza.

Sobre esta base, los nuevos socios -en estrecha colaboración con Casple- están trabajando desde hace casi un año en mejorar el peso, la ergonomía y la seguridad del prototipo burgalés, con el objetivo último de hacerlo homologable y poderlo comercializar. Europa exige en este contrato un coche «de verdad», con una aceleración y con una autonomía determinada;con puertas y climatización; que cumpla las normas de seguridad Euro-Ncap; que posea tecnologías nuevas incorporadas y que pueda ser industrializado.

El objetivo último es colocarlo en la calle, una meta que aún queda lejos «pero que es posible» si el mercado de los coches eléctricos termina por consolidarse, como pretende la Unión Europea y el propio Ministerio de Industria, con iniciativas que incentiven su venta y la compra de miniflotas por parte de empresas e instituciones públicas, que mejoren las infraestructuras de recarga, que apoyen las políticas de movilidad urbana y que contemplen una fiscalidad específica para estos autos, cuyo precio es aún muy elevado en comparación con los de motor de combustión.

Cinco años.

El Casple EVnació en 2009 bajo dos premisas contrastadas: la mayor parte de los vehículos no recorren más de 30 kilómetros al día en ciudad, una distancia asumible para un vehículo que hoy tiene una autonomía de más de 100 kilómetros y que previsiblemente se ampliará a medida que se vayan incorporando avances en pesos y capacidad de las baterías que carga. La segunda premisa es evidente: cada vez son mayores los problemas de aparcamiento en las ciudades.

El trabajo desarrollado en Casple desde hace 5 años se ha centrado principalmente en el carrozado e interior de coche, desarrollando los materiales más ligeros, seguros y con costes de fabricación más bajos. El Casple VE se empezó a construir en 2010, con la elección de sus componentes y los proveedores de los mismos ajenos a la manufactura de Casple, empresa especializada en la transformación metálica para el sector de la automoción.

Primero se fabricó el chasis y luego toda la panelería exterior. Luego se instaló el power train, el sistema de propulsión. Los interiores se desarrollaron en último lugar primando los acabados y los detalles para que el vehículo resulte muy atractivo a la vista y el tacto. En enero de 2013 se terminó la obra, que firman todos los departamentos de Casple, desde Ingeniería, Estampación, Mecanizados... «Es un trabajo multidisciplinar con piezas metálicas y plásticas, que incorpora todo nuestro saber como mecanizadores y nuevas tecnologías que hemos aprendido», señala Pérez. En los trabajos participó la ingeniería salmantina Podadera Desing, hoy bajo la denominación Creadora New Business Concepts.

«Lo más difícil es hacer entenderse a todos los sistemas que integran el prototipo y coordinar a las diferentes secciones que trabajaban en el proyecto».
La principal novedad del Casple EV y lo más llamativo es que puede cambiar la batalla con un mando a distancia, que activa el plegado de su eje trasero con una solución de ingeniería muy sencilla: el brazo de palanca. Los 2.460 milímetros de longitud en marcha se rebajan a 1.850, el ancho que ocupa un coche convencional.